Las actividades de aventura como el descenso de cañones o barranquismo cada día cuentan con más personas con ansias de vivir nuevas emociones y experiencias. La adrenalina que se descarga con su práctica puede llegar a resultar adictiva: el corazón palpita más rápido, se liberan hormonas de la felicidad, se despeja la mente y, en definitiva, te sientes vivo. Pero lo cierto es que toda aventura conlleva un riesgo de forma inevitable, por lo que hay que tener mucho cuidado. El riesgo puede hacer una experiencia más intensa, pero eso no quiere decir que hemos de presentarnos desnudos ante él. ¡Hay que saber permanecer en completa seguridad!
Darle emoción a tu vida no implica renunciar a tu seguridad, por ello, toda ruta de descenso de cañones debe seguir unas normas básicas para no ponerse en peligro. Lo importante es disfrutar y no tener que lamentarse de nada.
Particularidades del barranquismo
El descenso de cañones es una de las actividades de aventura al aire libre más completas por la cantidad de obstáculos que presenta y las numerosas disciplinas que hay que emplear para superarlos. El objetivo es completar un recorrido que discurre, como su propio nombre indica, por un barranco. Para ello, hay que sortear todo tipo de desniveles, obstáculos y enfrentarse a caudales y terrenos muy variados. Será necesario que apliques técnicas de escalada, rappel, nado… o que te deslices por toboganes naturales o camines por suelos un tanto resbaladizos.
Sin duda, es una aventura muy divertida que, una vez pruebes, no querrás dejar de practicar. No obstante, para evitar riesgos, la preparación y la planificación de la actividad son obligatorias.
Consejos de seguridad para el descenso de cañones
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los accidentes que ocurren en la práctica del barranquismo se deben a la falta de planificación por parte de quienes lo desempeñan, a imprudencias o a una preparación insuficiente o inadecuada. Por eso, es vital seguir las siguientes recomendaciones para que la experiencia sea segura:
- Como no podía ser de otra manera, la primera recomendación es que confíes en guías profesionales para la realización de cualquier ruta de descenso de cañones. Empresas como Cangas Aventura te ofrecen la posibilidad de llevar a cabo este deporte bajo la supervisión de expertos, los cuales velarán por tu seguridad en todo momento y se ocuparán de que todo transcurra sin contratiempos.
- Lleva contigo el equipamiento adecuado para la actividad. Tanto el material como la indumentaria que lleves contigo será crucial a la hora de enfrentarte a un recorrido de estas características. No olvides nunca en casa un casco, un arnés, un traje de neopreno y calzado cómodo y apto para caminar por este tipo de terrenos. Si optas por contratar una empresa como Cangas Aventura, la actividad incluye el material necesario para desempeñarla.
- Conoce el lugar y la ruta que vas a realizar. Antes de lanzarte a la aventura, estudia primero el recorrido por el que transcurre, cuánto tiempo te llevará, qué técnicas tendrás que emplear… Y actúa en consecuencia. De esta manera, estarás prevenido de cualquier contratiempo que pueda surgir durante su desarrollo.
- Escoge la ruta de barranquismo en función de tu nivel y capacidades. ¡Ve poco a poco! No quieras hacer los rápeles más complicados en tu primera aventura.
- Escoge el momento perfecto para llevar a cabo la actividad. La estación del año en la que te aventures en el descenso de cañones influirá y mucho en las condiciones en las que encontrarás el recorrido.
- Lleva contigo comida y agua. Es importante contar siempre con fuerzas para afrontar cualquier reto que se te presente.
- Mantén siempre los ojos bien abiertos. La precaución y la anticipación son dos aspectos clave a la hora de prevenir cualquier riesgo. ¡Permanece alerta!
Sigue todas estas recomendaciones y tu experiencia con el barranquismo no podrá ser más satisfactoria. Te enamorarás de esta actividad que cada día atrae a más personas y llenarás tu memoria de recuerdos emocionantes y divertidos a la vez que descargas adrenalina.
